Aire, siento Correr el Aire por mi Piel

Aire, siento correr el aire por mi piel,

El viento sopla a tres de cimas albinas,

Blancas como el papel,

Miro al horizonte lejano,

Que se pierde entre el rio, con descaro,

Nubes que poco ocultan,

Ante un orgulloso sol que las asusta,

Es el azul de los cielos,

Fuerte, hermoso, bello,

Que refleja con su manto de acero,

Los bosques, los alberos,

Verde de verdes colinas,

Con su color, los ojos casi lastiman,

Arroyuelos que nada eran,

Ahora rugen en sus regueras,

Orgullosos, bravíos,

Olvidando lo que han sido,

Y entre ese verde que ofende,

Las amapolas pretenden,

Romperlas con sus colores,

En su desafío, como las blancas flores,

Humildes en sus colores,

Que aun en su nívea esencia,

Con todo su número es presencia,

Aunque moleste al hervor,

Eso es lo que veo,

Que subir aquí, ha costado,

Pero al final he llegado,

Después de toda una vida,

Y quizás todo sea mentira,

La perversión mas mezquina,

Pero dadme unos instantes,

Tan solo eso pido,

Por lo poco restante,

Que me queda,

Si aún me resta un suspiro.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *