
Hoy el cielo en calma reposa,
tras la tormenta bravía y furiosa.
Vuelve el sosiego, todo se asienta,
la paz regresa, la brisa alienta.
El río desciende con menor furor,
un rayo de sol asoma su ardor.
El verde reluce con gran esplendor,
como anunciando un nuevo color.
Y aunque parece solo quimera,
llega radiante la primavera.
Todo despierta, todo renace,
tras el invierno que todo embaste.
En pocos días, como en ofrenda,
mil flores surgen con luz espléndida.
Lo que fue umbrío se torna en vida,
se viste el campo de luz florida.
Y con esfuerzo, mas con firmeza,
el sol regresa con su tibieza.
Las penas huyen con el helado,
que tanto daño ya había causado.
Los sueños brotan, se van pesadillas,
con el calor que aviva semillas.
Los rostros fríos el sol enciende,
las risas surgen, la pena ofende.
Pues llega el tiempo, llega el instante,
bajo estos cielos, claro y vibrante,
donde los hombres, donde las damas,
se buscan juntos, se encuentran almas.
Y así la vida vuelve a latir,
cuando otro invierno vuelva a venir,
habrá más frutos, habrá más días,
donde la vida de nuevo brilla.