
Días de truenos,
De grises plenos,
De nubes cargadas,
De jardas de agua,
Días sin ver el sol,
Sin sentir su calor,
Extraños momentos,
Para nosotros, sureños,
Semanas de agua,
Ríos subidos, inundaciones,
Y grises días que matan pasiones,
Ya no queda gente morena,
El sol se marchó,
Y parece que no vuelva,
Y caras macilentas,
Imploran, sin saber,
Que vuelva a resplandecer,
Pues todos,
Dentro de su mente,
Saben que seguramente,
El sol llegará,
Pero no saben el momento,
Y durante esos días,
Se apaga la alegría,
Y todo queda anegado,
De ese gris apagado,
Que de continuo tapa al sol.