Se acaban los días,
Quizás no lo sepas,
Pero vienen malos tiempos,
De falsos profetas,
Que volverán locas a las masas,
Prometiéndoles el cielo en la tierra,
Y eso que proclaman,
Quizás no es mentira,
Solo se basa,
En que lo que tengas de más,
Se lo has robado a los demás,
Pero eso no es importante,
Lo decisivo,
Todos quieren ser divos televisivos,
De sexos enhiestos,
Que entran en otros abiertos,
Satanás desnudo,
Baila en el centro de la ciudad,
Desnudo, cornudo,
Y ríe sin parar,
No son ciudades cualesquiera,
Son las hijas de las borracheras,
De las sobredosis,
De la gonorrea y el sida,
Donde nada vale una mísera vida,
Todo tiene precio,
Compra, cierra el trato,
Aquí todo es barato,
Infantes, abuelas,
Mujeres de tetas prietas,
Matar por deporte,
Hacer lo imposible,
Causar tanto dolor,
Que no resulte creíble,
Como tengas las billetera,
Así será la brega,
Sexos enhiestos,
O anos abiertos,
O en otros estados,
Agujeros preparados,
No importa que seas el primero,
Que rompe algo pequeño,
Si tienes dinero,
Serás su dueño,
Si muere mientras la revientas,
Nadie se dará cuenta,
Aparecerá en un sitio olvidado,
Y nadie comprobará,
Quien la ha reventado,
Pastillas de colores,
Gomas apretadas,
No son necesarias,
Ojos con gotas,
Todo sin dolores,
Sueños eternos,
Mientras violas,
O quizás colocones,
Mientras te hacen felaciones,
Todo se puede comprar,
Te lo acaban de relatar,
Pero no tienes que viajar,
Saca mucho dinero,
Y los padres te la ofrecerán,
Nada preguntaran,
Jugarán al olvido,
Con el infante herido,
Mientras cuentan tu dinero,
Y solo preguntarán,
Si la quieres alguna vez más,
Son las ciudades infierno,
Donde reina satanás,
No conozco ninguna,
Donde no reine ya.