Yo, en mi Caminar Azaroso (Rima)

En mi caminar, errante y azaroso,

he visto todo, lo vil y lo hermoso,

desde el agua más pura y cristalina

hasta el lodo infecto que contamina.

Vi a las putas subir hasta un trono,

y a vírgenes caer en el abandono,

ser llevadas, con lágrimas y espanto,

a lupanar hediondo y sin encanto.

Vi a grandes hombres, con honra y valor,

morir sin gloria, sin pena y sin flor,

mientras canallas de rostro siniestro

reían de ellos con gozo funesto.

He visto tantas cosas, caminante,

en rutas que crucé, en todo instante,

que hoy me duele pensar que mi sendero

me ha mostrado un destino tan severo.

Nada bueno he hallado en la raza humana,

he visto la virtud tornarse insana,

y al más honrado, si arde en deseo,

olvidar si es mujer o solo un reo.

He visto a hijos sin pena o recato

matar a su padre por un vil contrato,

por una herencia sin oro ni plata,

dejando su amor pudrirse en la nata.

He visto a aquellos que al poder adulan

manchar sus cuerpos con fango que anulan,

vendiendo el alma por un falso puerto

donde su gloria llegue con acierto.

Bocas de honor, por oro vendidas,

besando labios de hiel corrompidas,

bebiendo el néctar de aquellos que un día

jamás debieron manchar su alegría.

De agujeros no hablemos, pues sé bien

que todos sufren el mismo desdén,

ensanchados con vil indiferencia,

por la avaricia y su cruel violencia.

Después de tanto andar, de tanto ver,

tras tantos mundos y tanto entender,

concluyo, triste, con cruel decepción:

el hombre es fiera sin redención.

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