Cartas que Escribir (Rima)

Cartas que han de partir, sin rumbo fijo,

sin nombre que las firme en su destino,

sin huella que señale en su pergamino

el rastro del sendero en que las dirijo.

Dentro van esperanzas y desvaríos,

amores que se añoran con sus espinas,

dolores, alabanzas y ruines tramas,

ruegos, lisonjas y ruegos baldíos.

Y pese a todo el peso del contenido,

la carta es leve, flota en la balanza,

mas aunque su carga fuera un castigo,

habría que llevarla con confianza.

Pues dentro lleva el alma en sus pasiones,

sus gritos, sus lamentos y sus heridas,

cómo se alza tras todas sus caídas,

cómo se entrega en hondas oraciones.

Cómo en su llanto a Dios le clama,

cómo en su fe resurge y no se encierra,

y alzando al cielo sus manos de guerra,

desafía al dolor que la desarma.

El cartero, que nadie sabe quién es,

tan solo con mirarlas ya comprende,

conoce su destino y las desprende,

las lleva sin error, sin timidez.

Y aunque en su morral haya millones,

repletas de plegarias repetidas,

tomando alguna, sonríe enseguida,

pues es mujer y en su fulgor responde,

no es cartero, es la luz que todo alcanza,

y aquellos que la esperan la veneran,

pues en su voz un nombre reverberan:

la llaman todos, simplemente, Esperanza.

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