
Hoy es un día gris, de tono mustio,
con aire sucio y de matiz odioso.
El mundo, al mojarse, tornó confuso,
parece en su reflejo un gris borroso.
No es un brillo sutil que dé belleza,
ni luz que a su estampa dé realce,
es como esmalte pobre, sin nobleza,
que muestra su miseria en cada alcance.
Las gotas van cayendo, persistentes,
bañando con desgana lo que tocan,
y llueve sin pasión, indiferente,
dejando un agua gris en cada roca.
El hielo va cubriendo, gris y frío,
los restos de este día sin colores,
y un viento gris se arrastra, desvaído,
cansino y apagado en sus albores.