Desde la Atalaya

Desde la Atalaya.

Pero no de marfil, sino de recuerdos de pobre, de latas vacías, y sucias, de colchones destruidos y pedazos de chacinas descompuestas… de cualquier cosa que me traiga descrédito, humanidad, aunque huela mal, de detritus, de miserias… de lo que es usual en cualquier familia de las que llegar el fin de mes, sea algo, cuando menos glorioso.

Pues bien, desde ella, aun a pesar de su nimia altura, veo, quizá solo percibo cosas, pero sé de ellas, sé de lo que he vivido, más de lo que he visto, que, de lo contado, no me fio, pues el hombre, aparte de mentiroso, es héroe de situaciones que ha visto, que no ha vivido, y sus mezquindades, salvo presenciadas, son adorno de ángeles invictos.

Intentaré por todos los medios, hacer uso de un lenguaje menos pretencioso, más normal, pues todos los que escribimos, lo hacemos para ensalzarnos, para que aquellos que por equivocación lean nuestros escritos, piensen que somos el único refugio de la inteligencia y el buen gusto.

Afirmado esto, llevémoslo a cabo.

¿Todo esto a que viene?, fácil para mí, difícil para cualquiera que no sea yo, es lógico, por ello, no tengo más remedio que explicarlo.

Bien es cierto que no soy muy espabilado, pero como los mochuelos disecados de los bares, me fijo en todo, que por no piar, no es que no se queden con todo, y eso me pasa a mí, añadimos a eso, que los años vividos, han sido cualquier cosa menos tranquilos, que mi capacidad de relacionar es grande, y que…muchas más cosas que no voy a pormenorizar; el caso es que después de tantos aconteceres, he llegado a conclusiones, las cuales, supongo que serán nimias, equivocadas, o cuando menos inoportunas. Pero todo esto es válido, si hago que una sola persona recapacite unos segundos, y se dé cuenta de lo que quiero expresar, de lo que quiero transmitir, aunque después lo mantenga en el más sórdido de los sótanos de su inteligencia.

Pues bien, no me dilato más, aunque querría, ya se sabe, quiero asombrar a todos con mi dialéctica, con mi bien saber hacer con… ya sabéis, soy muy listo, o eso quiero que piensen…, realmente, a estas alturas, me da igual, pero retomemos cuando aún no he empezado.

El primero que toco, es el protagonista, el ser humano, en sus dos versiones, por mucho que digan que hay más, no, solo hay dos, las cuales después se decantan por hacer lo que quieran, pero lo que hay dentro no varía, aunque hagan agujero para reposo de caballerías.

Pues, bien, el ser humano, afirman que es algo complejo, yo no discuto, pues quizás tenga razón, por lo menos fuera de lo que yo he conocido, el ser que he tenido el disgusto de compartir es otra cosa, sea en cualquiera de los dos sexos, hombre y mujeres.

El ser humano, es algo dañino, pues lo es por necesidad, la vida es de tal forma que los buenos, por no luchar, mueren de muerte natural, pues natural es que el ser humano normal, el malvado, lo lleve al camino de la desaparición.

Algunos me llamaran malvado, pero somos así, hemos destruido todo, hemos arrasado todo lo que tocamos… sin excepción, no cabe ningún parche, ni ungüento mágico, somos lo que somos, seres despreciables, egoístas, malvados, depravados, movidos solamente por el dinero, el sexo, y el poder, y algunas cosas más, ninguna buena, os lo puedo asegurar.

Ya desde pequeños disfrutamos haciendo daño, véase lo que se llamaba acoso, y ahora. para hacerlo menos dramático Bulling, que somos idiotas hasta para malvender por tieso, el idioma con el nacimos.

Siempre lo ha habido, yo lo vi, que gracias a dios no lo padecí, los mayores hacían de todo con los más pequeños, los más grandes con los mínimos, los bestias con los corderos, ahora ha cambiado… a peor, pues el de los hijos de los poderosos, ha hecho que se coloque en la cúspide a los aprendices de hijos de puta, siempre defendidos por sus padres, que solo buscan que conozcan que ellos son señora, y los demás, esclavos, vasallos, siervos, mierda que pisar al fin del cabo.

Y nos encontramos, con que, en nuestros primeros años, se nos enseña que hay amos, que los demás somos inferiores, que debemos de agachar la cabeza, y todo saldrá bien, si los amos quieren; un país de esclavos es lo que espera a los siervos si transigen, sino lo hacen, todo un sistema intentará, y por desgracia, conseguirá que esa cabeza baje, o caiga de una sola vez con un tajo bien dirigido.

Ningún hijo de… será expulsado, sino es para hacer que se vea, después el castigo, cuando llega, se queda solo en el nombre.

Ahora, además, van, más bien han vuelto, a los cerrados lugares donde se enseña que son especiales, que no son como los demás, que son llamados a dominar el entorno, que los demás son solo carne para darle dinero, poder o sexo, son los colegios privados, que se encargarán de que todo se perpetúe, para que siempre los mismos continúen haciendo su maldita labor.

Alguien pensará que también hay gente con becas, sí, es cierto, necesitan acólitos inteligentes que les ayuden a dominar a todos los que puedan, después comerán las migajas de los banquetes de los poderosos, y quizás, si, quizás, alguno llegue a ser poderoso, pero solo porque ha sido peor, mucho peor que ellos, lo que ya hablaría por sí mismo, de qué clase de animal es.

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