Montañas que No Puedo Ver (Rima)

Montañas altas que no diviso,

prados que solo en sueños reviso.

Aves de vivos colores alzadas,

cielos azules en sombras cerradas.

Mas cuando abro los ojos cansados,

todo es cemento, grises estados.

Alquitrán negro, metal helado,

aire impuro, cielo ahogado.

El sol, vencido por la neblina,

lucha y muere en su rutina.

Edificios torpes, sin alma ni brillo,

sombras inmóviles, restos sin brillo.

No hay praderas de verdes tesoros,

sólo veredas de piedra y escombros.

Dos metros de acera, cuatro de asfalto,

y monstruos de acero rugiendo alto.

Nada germina, nada florece,

sólo una prenda que el viento mece.

Un trapo viejo, quizás tendido,

como bandera de un tiempo herido.

Cables torcidos, enmarañados,

caen y suben, desordenados.

Farolas mustias, sin luz ni aliento,

testigos mudos del cruel tormento.

Camino errante, sin rumbo cierto,

pregunto al viento por qué este infierno.

¿Qué no hicimos? ¿Qué hemos fallado?

¿Por qué este mundo yace enterrado?

Mas nadie habla, nadie responde,

y sigo andando, sin saber dónde.

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