
Cruces de madera,
silencio que espera.
Colores oscuros,
vestigios impuros.
Enseñanzas crueles,
dogmas infieles.
Cuerpos marcados,
pecados sembrados.
Nos hacen esclavos,
con dogmas y clavos,
pero solo somos
lo que imaginamos.
Lucha y resiste,
no te desviste
la falsa promesa
que todo reviste.
Todo se mueve,
nada se debe.
Mienten con oro,
se quedan el todo.
No es el reparto,
ni es comunismo,
es dar la libertad,
sin falso abismo.
No soy más grande,
ni menos que el otro.
Solo respiro,
sin yugo ni potro.
Y si por ello
me debo alzar,
ven, acércate,
te voy a matar.