Hoy Estoy Tranquilo

Hoy estoy tranquilo, el frio igual, la calle como siempre, el ruido tan insoportable como cualquier día, nada ha variado, como todos los días, solo ha cambiado algo… yo mismo.

¿A qué me refiero?, a que hoy, por una razón incomprensible, mi cabeza, siendo la misma, ve la vida de forma diferente.

¿Quizás un atisbo de locura, o el ultimo viaje de un cerebro que se pierde?, puede ser cualquier cosa, y como siempre, truene, llueva o haga calor, enciendo un cigarro, cada vez más caro, más perverso, un clavo a mi ataúd y lo sé, pero necesito las volutas de humo para que se lleven mi mente a otros lugares, el rascar de mi garganta, haciéndome ver, recordándome, que es veneno, y que lo sé, como la mala cara de los que entren después de que me haya marchado…pero nada de eso es importante… las volutas.

Si, esas que se enroscan en un aire que no veo, que sacan de mi cerebro los pensamientos que se ocultan en él, que me hacen ver lo que no quiero, o que me hacen olvidar yo que necesito que no sea visible, sea lo que sea, necesito las volutas, las que aparecen cuando enciendo la lámpara de led o de lo que sea, las que se contorsionan como si no tuvieran hueso dentro, cuando sé que lo tienen.

El cigarro se consume, lo acabo, ya solo quedan, desleídas, las que tratan de hacerse invisible aire, ya se van, ya solo queda el incorpóreo aire, lo monótono, lo de todos los días, suspiro, nada es eterno, pero lo bueno, siempre es leve, tan leve que dan ganas de… ¿Qué más da?

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