
Veo tantas cosas cerca,
Que me pierdo en su vista,
Todo está a mi afición,
Puesto para mi devoción,
Son bolígrafos,
Son plumas,
Hasta lápices veo yo,
Unos son de carbón,
Y otros técnicos llamados son,
¿Y que contar de las plumas?,
Como si hubiera solo una,
Son tantas, tan diversas,
Que no puedo adivinar,
Si superan a las cien,
O quizás lleguen a mil,
Que, en las cosas de escribir,
Este que está escribiendo,
No tiene conocimiento,
Y por cada una que gasta,
Se deja soltar una pasta,
Para que siempre sean más.