
Escribo de pareceres,
de lo que ronda en mi mente,
de esa gente indiferente
cuyo ser no me interesa.
Y como vieja alcahueta,
sin saber, pongo en mi boca
lo que en juicios se trastoca,
ajeno a toda certeza.
Chamuño viejas consejas,
esas que cuentan las viejas,
y en disputas me introduzco,
como un necio, como un bufo.
Veo fiestas y saraos
donde nunca fui llamado,
y en los velorios sombríos
veo a galanes impíos,
que entre lágrimas y rezos
meten mano sin recelo,
cuando apenas han partido
los que han muerto en su desvelo.
Y al final todo es comedia,
una farsa, un burdo farce,
donde todo se lo lleva
quien no habla… y solo barre.