
Otra vez, aquí estamos, con la miseria humana de mirar por la ventana y ver la oscuridad más oscura, es decir, son las tres de la mañana, y ya he dormido todo lo que tenía que dormir.
Eso me deja el cuerpo como si lo hubiera prestado, pero a pesar de todo, sigo funcionado, con dificultades, como si tuviera pilas de las antiguas, que siempre estaban gastadas, así que miro por la ventana de nuevo, la que me dice que enfrente tengo un edificio que tiene mil ojos, que son ventanas, que me miran, algunas, tan pronto, pocas, que ya se sabe, lo de la intimidad, aunque algunas, que no tienen aire acondicionado, continúan abiertas, olvidando su privacidad por poder respirar, que falta de… aire acondicionado, o de no poder enchufarlo, que de todo hay.
Es un año triste, este que estamos pasando, me olvido de los chorizos de turno, que ya que los aguantamos será que somos masoquistas, o gilipollas, o ambas cosas, por ello pienso, sobre todo en estas latitudes, quien no tiene aire, que no por lo que valga, que también, si no por no poder enchufarlo, que mucha electricidad verde, pero barata, seguro que no.
Cien mil subvenciones, para hacer clientela, pero solo llegan a esos, sus clientes, el resto, sobre todo los mayores, se joden, que el que se muere, es que tenía que hacerlo, que pena de país, lo que fuimos no hace tanto, y ahora ahorrando vida para nuestros mayores, que vergüenza de un país que olvida a los suyos por quimeras como quitar la comida a los propios para dársela a los enemigos, a los sinvergüenzas, a los…, en fin, decir todo lo que se sabe, es repetirlo, que estoy cansado de ver mujeres vestidas como si estuvieran en carnaval tirando la comida, la que le damos, mientras las esperan en coches de alta gama; el país de la locura, de la sin razón, de la astracanada, de algo que no tiene sentido, que pena me da, a mi no me queda tanto para estar empujando desde debajo de la tierra, pero si, tengo descendencia, que es la que me preocupa, ¿qué le dejamos a estos pobres?, supongo que algo terrible, por la sencilla razón de que no hemos hecho nada para corregirla, que a fin de cuentas, todos sabemos que el malvado, no se va, hay que echarlo, pero…, supongo que no hay lo que sobraba en España, si, eso, ahora solo somos algo que se difumina en el aire, con menos esencia que la colonia barata, que pena de país, cuanto menos tiempo lo vea destruirse, menos sufriré…, que eso si que es una pena.