
Me acabo de levantar, apenas si son las cuatro de la mañana, duermo menos que un reloj atómico…, siempre tengo sueño, pero no puedo dormir. Arrastro el cuerpo durante el resto del día, que se me hace largo como una semana sin comer, pero es lo que es, lo que te pasa es lo que te sucede, y no lo puedes cambiar, así que o te acostumbras, o ya sabes…
Cuando acabo de encender el primer cigarro de la innumerable cantidad diaria, miro a través de la ventana, aún es de noche, está abierta, y el humo escapa a través de ella, como si quisiera huir de mi presencia, cosa que no le censuro, a esta hora apenas si soy persona, mas bien animal de fango, de los que se comen a los niños, no de los que se meten de todo, seamos serios.
Oigo la llegada de los retornantes de la feria, que vienen, algunos de ellos midiendo la anchura de la calle, otros adornando la acera con recuerdos de lo que han deglutido o en ello estaban, en la feria, cosas de la edad, aunque algunos ya han coronado hace siglos, pero es lo que es, que aproveche el que lo disfruta por la edad y el que no es así, pues suerte que tiene, que pillarla, tampoco es demasiado malo, siempre que no sea de continuo.
En cuanto a mí, no la he pisado, llevo años así, me agobia la gente, me cansa el recorrido, y mi cuenta bancaria, si la tuviera, estaría llorando antes de que le pidiera nada, el caso, es que me conformo con ver y oír a los que se lo han pasado de fábula en ella, sin envidia, no me gustaría estar en su pellejo, no solo ahora que vuelven, sino también cuando iban, que mi carácter, no es de los de socializar, que no es malo, y que se me da bien cuando me da la gana, que es casi nunca, y ahora…, menos.
En fin, mi cigarro se consume, mientras miro la pantalla del ordenador, y escribo estas notas que son solo descarga de contenido de mi cerebro, que extrañamente lo necesita, supongo que lo de socializar es necesario para el ser humano, incluso para mí, aunque lo haga a través de un ordenador, con la alegría de que no obtendré respuesta…, si, es una alegría, solo alguien tan gruñón como yo lo entendería, así que calada al cigarro, de las de acabar en enfisema, y a mirar por la ventana, donde cada vez, conforme la noche se va haciendo día, menos personas, miden la calle, o demás…, lo cual no es malo, ni bueno, ni importante…