
Sueños de la juventud perdida,
De las amantes vividas,
De camas esplendorosas,
De cuerpos prietos con ganas,
Recuerdos de sexo loco,
El que nunca se acaba,
Que apenas termina,
Y la vida preparada,
Amores de largo recorrido,
Otros solo de haber ido,
Todos en mi memoria,
Llenándome de euforia,
Hoy, viejo y cansado,
Me miro en el espejo,
Y veo mi semblante viejo,
Que ya no es nada,
Pero sonrío,
Con mi sonrisa mellada,
Pensando en otro tiempo,
Cuando no descansabas,
Hasta que, con una sonrisa,
Te pedían que pararas.