
Ya es la hora,
En qué el último rayo,
Del pobre sol de invierno,
Abandonó las calles,
Y el frio tomo su camino,
Y la gente se encoge,
Por el maldito frio,
Que trae la noche,
Los hijos de oscuros trabajos,
Caminan a hacerlos,
O buscan descanso,
Es la escoria del mundo,
El que llamamos humano,
El resto son parias,
Que en nada son hermanos,
Limpiar lo sucio,
Recoger lo usado,
Y limpiar a muchos,
Pobres ancianos,
No tienen historia,
Son como peleles,
Que, sin tener papeles,
Mueren de hambre,
Mientras trabajan,
En largas jornadas,
Porque tu no quieres,
Tener que realizarlo,
Tristezas de vida,
Por mucho que hagamos,
Todo es como es,
Y nada cambiamos.