
Cielos encapotados,
Llenos de negras nubes,
Que se cierran por todos lados,
Sueños que a ese cielo suben,
Y se pierden entre sus oscuridades,
Ángeles que se mecen en columpios,
De brillantes metales,
Que flotan en el cielo,
Como si fueran leves,
Sonrisas de querubines,
Que del mal nada saben,
Y miran a la tierra,
Queriendo llegar,
Sin saber,
Que es paraíso,
Pero de maldad,
Y entre ellos vencejos,
Que suben al cielo,
El alma de los viejos,
Que a cada momento mueren,
Y bajan de nuevo,
De almas perdidas,
Abajo está lleno,
Lo único cierto,
Que irán al infierno,
Pues ya nadie es bueno,
Para llegar al cielo,
Que cubre, como si nada,
Las nubes encapotadas,
Que cubren con su manto,
Lo que solo parece el cielo.