Canciones de Niños (Rima)

Canciones de niños, risas al aire,

juegos que suenan en los jardines,

ecos que quedan, dulces cantares,

voces grabadas en mis confines.

Tardes de brillos en charoladas,

calor que pesa, quietud de estío,

regadas calles, frescas, calladas,

luz que fulmina con su rocío.

Cuando la chicharra entona su canto,

el mundo despierta, todo renace,

pausa en la vida, breve quebranto,

el ciego entona su voz fugazmente.

Cantan cantares en la taberna,

vieja guarida de aquellos tiempos,

prohibida en normas, mas siempre abierta,

luz en rincones, sombras y encuentros.

En una esquina, un viejo gastado,

con sus nudillos marca el compás,

labios resecos, ritmo callado,

tarareando su viejo cantar.

Canción antigua de su linaje,

eco del padre que en el barbecho

rompía el suelo, surco y coraje,

bajo su mano, firme y en pecho.

Chasca la boca, firme la rienda,

guiando el arado en tierra herida,

canta su padre, el hierro resuena,

mar de terrones, surcos de vida.

Vieja taberna de serrín seco,

copas y medios, quejas al viento,

gritos cansados de aquellos necios

que poco daban y todo bebieron.

Hablan de amores, penas y heridas,

de cacerías y de derrotas,

en la taberna de las esquinas,

donde el pasado su sombra flota.

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