
Canciones de niños,
Que juegan en el parque,
Aún resuenan en mis oídos,
Tardes acharoladas,
Calientes, calladas,
Tras de ser regadas,
Lejos la hora de la secarrera,
Cuando el sol,
Mataba todo,
Cuando la chicharra cantaba,
La vida comienza,
Solo estaba pausada,
Y en las esquinas,
El ciego canta,
Iguales para todos,
Y nunca toca,
Cantan los cantares,
En la taberna vieja,
Prohibición sin fuerza,
Y en los rincones,
En la oscuridad,
Un viejo,
Con los nudillos cansados,
El ritmo mantiene,
Y en la boca tararea,
La canción vieja,
La que le enseño su padre,
Cuando la recua,
Rompía el mar de tierra,
Y ve los terrones,
Que el hierro separa,
Y como canta su padre,
Con sus manos nervudas,
Guiando el arado,
Mientras su boca chasca,
Y sonidos de antaño,
Cuando la taberna vieja,
Cuando el serrín derramado,
Era la primera seña,
Copas, medios, quejidos,
Que salieron de esas gargantas,
Que sufrieron el abuso,
De los que apenas pagaban nada,
Y hablan de los amores,
De las quejas,
De las cacerías,
En la taberna vieja,
Que se esconde en la esquina.