
Suspiros de tarde que se acaba
De atardecer tardío,
Cuando el suspiro se escapa,
Cuando nace el quejío,
Cuando miras, a través de la ventana,
Esperando no ver nada,
Y es lo que sale a tu cara,
El hastío, la desgana,
Siluetas casi muertas,
Sombras que nacen indispuestas,
Para llevar la vida,
Y mientras caminas,
Con la muerte,
Ya no hay cuerpo,
Todo es aún más desierto,
Más triste, más vacío,
Y se escapa de tus entrañas,
Ese repentino quejío,
Que parece proclama,
De lo que has perdido,
En la oscuridad de la noche,
En el afán del reproche,
De lo que se ha vivido.