
Historias de noche cerrada,
mientras reina la oscuridad,
se aguarda la alborada,
con ansia y con ansiedad.
Ojos abiertos que miran,
al abismo aterrador,
donde sombras que deliran,
susurran con su rumor.
En las sucias y viejas paredes,
las luces tiemblan sin paz,
mientras el miedo las redes
teje en su sombra voraz.
Noches de oscuros relatos,
de horror y desolación,
de cuentos crueles, ingratos,
que erizan el corazón.
A niños y a grandes asustan,
robándoles su dormir,
pues en su miedo se ajustan,
las sombras a su existir.
Las llamas de la candela,
bailan con extraña voz,
como si fueran la estela
de un eco frío atroz.
Y a través de las ventanas,
donde el hielo deja marca,
juegan duendes con sus ganas,
con la esperanza que embarca.