
Hoy escribo, casi sin poder,
No me queda ya nada,
Ya nada queda por hacer,
Y retuerzo este tiempo,
Que me dieron de más,
Sin pedirlo y sin agradecer,
Que este regalo envenenado,
No lo quise ni saber,
Y aquí me tienen,
Ocupando horas y minutos,
Sin ninguna ilusión,
Solo pasando el tiempo,
Como si fuera afición,
Que no lo es,
Nunca lo ha sido,
Que he visto la vida pasar,
Como con un cuentagotas,
Y ahora caen,
Muchas gotas más,
Cuando mi espíritu duerme,
Sin razón para hacer más,
Y solo miro los números,
De ese reloj digital,
Que ni tan siquiera suena,
Para que no pueda contar,
Los latidos que pudiera dar,
Suspiro una vez y otra vez más,
Miro y fijo la visita,
En nada que me pueda interesar,
Solo se escapa un suspiro,
Diciéndole,
Al que me quiera escuchar,
Ya llega la maldita noche,
Pasa otro día más.