
Un año nuevo, con su agonía,
Solo trae penas, solo herida,
La vida avanza, cruel y altiva,
Dejando estigmas, dolida y fría.
Matando sueños, robando vidas,
Los desgraciados, almas perdidas,
Hijos de sombras, de noche impía,
Ruegan al cielo, sin fe, vacía.
Alborea el año, sin alegría,
De falsas promesas, de hipocresía,
Con negras almas, de vil porfía,
Que de nuestros restos harán su guía.
Y no serán ojos, ni luz divina,
Los que contemplen su nueva brida,
Vendrán los ciegos, de cruel desdicha,
A segar la vida, su única vía.