
Días de Caín,
De hueso puro,
De siniestra mano,
Porvenir oscuro.
Cosas de diablos,
De demonios perdidos,
Que hacen de tu alma,
Su anhelo escondido.
La vida prosigue,
El día del diablo la mide,
La hincha, la ahueca,
Te engaña, te atrae,
Y al final pecas,
Tu alma decae.
En invierno profundo,
Sin viento helado,
Que cubra las copas,
De árboles callados.
Troncos siniestros,
Hojas invisibles,
Yo vi a ese diablo,
En caminos terribles.
Persigue mi alma,
Espíritu humano,
Corre, huye,
Sabiendo temprano,
Que al final del juego,
Siempre es en vano.
Sé de lo que hablo,
Nadie le gana,
Al maldito diablo.