
Cansado,
como si todo hubiera logrado,
y apenas algo,
se ha realizado.
Silencio,
de oficio muerto y callado,
que ese leve sonido,
no enturbie lo pactado.
El silencio del diablo,
y los ángeles, consternados,
parados, mirando,
cómo, inesperado,
el sueño a la bestia ha conquistado.
Sin lucha, con cansancio,
que por vez primera,
increíblemente,
el diablo queda sosegado.