
El ritmo de las canciones,
Tonadas recurrentes,
Ritmos olvidados,
Compases de latencia,
Olvidos de amores vividos,
De sufrimientos padecidos,
Remanente de memorias
Que se quieren dejar pasar,
La vida continua
Con su ritmo cansino
Como el de una canción
Que cuesta escuchar,
Llueve, el día triste,
Todo mojado,
La ventana en su cristal llora,
El vaho borra todo
Con su manto húmedo,
Siluetas que suceden lejos de ti,
Tras de la ventana,
A cien kilómetros o mil,
Pero cercanas,
Tanto, que puedes ver,
El vaho de su respiración,
El vapor que sale al exterior,
Quizás de podridos interiores,
Quizás no, depende del día,
Hoy es gris, triste, encapotado,
Todo es podrido,
Quizás nunca termine,
Y el vaho que incansable,
Continúa tapándolo todo,
Mueves la mano,
Sobre su piel húmeda,
Y miras en la huella dejada,
Siluetas, solo siluetas,
Que calladas, nada dicen,
Solo pasan, calladas,
La calle, calla,
La vida pasa,
Entre los huecos del vaho,
Más allá de la ventana.