
Hijos de un viejo país,
Que ya muere y va a su fin,
Las banderas se esfumaron,
Ya no hay razón por la que luchar,
Traidores y puercos se llevaron,
Tu caudal y dignidad sin par.
Hoy los puercos se pelean,
Por ver quién más puede robar,
Fuiste grande, más que el mar,
Hoy los niños se carcajean,
Cuando tu historia quieres contar.
La verdad ya nadie escucha,
Tus hijos, prostituidos sin luchar,
Tus mujeres rehúyen gobernar,
Todos piden, sin alma alguna,
Que destruyan lo que tanto costó crear.
Días de historia ya olvidados,
Muertos por la patria callados,
Caídos en batallas,
Que en la noche en mis sueños,
Oigo su llanto entre las estrellas.
Aquellos que jamás tuvieron miedo,
Hoy ahogados por su propio desespero,
Que su sangre se ha perdido,
Que ya no queda nada,
Tanto esfuerzo, tanto caído,
¿Quién los llorará mañana?
No habrá libro de historia,
Pues todo se ha desvanecido,
De España, su gloria,
Ya no queda más que olvido.