
Nací en el sur,
De un país pequeño,
Duro, bello, era un sueño,
En una ciudad pequeña,
Que un día fue una nación rica,
Un imperio que asombró al mundo,
Y que ahora,
A cada minuto que pasa,
Es más mínimo, más olvidado,
Un pequeño país en sí mismo,
Sin mar, sin puertos pesqueros,
Solo campos y nada,
Y encinas, y belloteros,
En invierno corre el agua,
En verano el secano,
Y si en invierno hace frio,
Mucho calor en el estío,
Llena de rocas,
Que hay que arrancar,
Una a una,
Para que nazca,
Algo, poco,
Siempre tierra dura y fría,
Es un páramo olvidado,
Lleno de color,
El de menos de Andalucía,
Y la suerte tenemos ganada,
Pues los más esaboríos,
Son los que nacen en Granada,
Y de mala leche bien,
Aunque nos gana Jaén,
Así que solo somos primeros,
Espera que piense un rato,
Creo que es en el paro,
O así, así, andaremos,
Piedras viejas,
Iglesias y palacios,
Casas solariegas,
Monumentos a cualquiera,
Mucho guiri en las aceras,
Que no se gastan un duro,
Y aunque no haya pesca,
Se vive de la picaresca,
Que tenemos una fe,
Que es todos los días comer,
Y basta ya de tonterías,
Aunque las llamamos pegos,
Que, a pesar de tantos pesares y duelos,
Pasear por la Judería, no es un juego,
Ni visitar la mezquita,
Sobre todo, su tesoro,
Eso, y que no hay moros,
Que tardamos un poco,
Pues lo que hayas de hacer,
Hazlo siempre con paciencia,
Que de lo que quieras echar,
Nada debes de dejar,
Así nos vemos aquí,
Tiesos, bordes, pero con alegría,
La que nos da vivir,
A orillas de Guadalquivir.