Abominaciones

Abominaciones

Y el diablo mayor bajó a la tierra en forma de Perro de Muerte, con su hembra, la gran Perra Salvaje, y se enseñorearon de ella, perro satánico devoró las almas de los inocentes, dejando a los que lo adoraban con apenas la esencia de lo que antes fue humano; desde su llegada, solo adoran al gran Perro, obedeciendo sus mandatos, aunque signifiquen la desaparición de los que aún conservan humanidad.

La Perra salvaje roba, roba todo, después de ella, apenas si queda nada, la gran boca, muerde en todos lados, y de todos lados se lleva un trozo de carne, que después, los que la han dado, recuperan en los hijos de los hombres, en el alma de aquellos que aun la poseen.

Y los humanos lloran, pero quietos, escondidos en las ranuras de un país que una vez fue grande, los animales les susurran palabras magnificas para que salgan y trabajen, que laboren los campos, y algunos lo hacen, creyendo no saber que la cosecha será para la jauría que asola la tierra.

Y la Jauría Infernal asola todo, nada queda fuera de su voracidad, los hijos son arrancados de los padres, las hijas violadas en aras de dioses moribundos, y el país se retuerce como el gusano que quieren que sea, la podredumbre llega a todos lados, nadie se libra, cada vez más demonios que una vez fueron humanos, comiendo de las sobras de la jauría, y los hijos de los hombres, solo tiemblan cobardes en sus agüeros, esperando que no les roce la maldad que no conoce parangón.

El gran perro, sonríe, la perra le lame el sexo, y los perros, felices con las almas devoradas, se bañan en sus excrementos, con la complicidad del que los convoca, que orgasma con el caos creado, ciudades son arrasadas, comarcas enteras empobrecen, nada tiene futuro, solo la Jauría Infernal, y los humanos que quedan, lloran, solo lloran, nadie se atreve a hacerle frente a los acólitos de los diablos con forma de perros escrofulosos, y su hediondez llena el país, y todos se tapan las narices, y por ello caminarán ciegos, con solo una mano, hasta al final adorar al incubo que todo lo viola, que deja la esencia de la tierra tan malvada como su amo, lo que el diablo eterno le ha ordenado, pobre tierra que muere, que morirá, para ser solo el desierto de los que nada hacen, los que pasen hambre, dolor, sufrimiento, esclavizados al fin, y sabiendo que lo merecen, por no haber luchado cuando tuvieron la oportunidad, los perros, esos perros salvajes, vencerán, porque solo es suficiente, que los hombres con alma, no hagan nada.

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