
El día se acaba
Con su desesperante movimiento,
Con la cadencia de la monotonía,
Encadenándose en todo momento,
Son demasiados, y en su lenta travesía,
Agota el sentimiento, paso a paso,
Casi imperceptible en su monotonía,
Se repite sin descanso,
En su eterna cantinela, tan callada,
Suave, casi perfecto, como el viento,
Te sumerge en la monotonía abrumada,
Día a día, sin tormento,
También sin alegría clara,
Te lleva arrastrando sin aviso,
Sin que lo percibas, suave brisa,
¿Es bueno?, ¿es malo?, no tiene sentido,
No, solo es vida,
Tu maldita vida, que te hipnotiza.