Cansado, Hastiado

Cansado, hastiado,

Casi destruido,

Por el monstruo,

Que pide y pide,

En su ilimitada boca,

Bestia inmunda,

Que a todos arrastra,

A su hediondo lecho,

Cuidada por puercos castrados,

Por perros si genitales,

Que matan todo,

Que nada perdonan,

Y tras su paso,

Nada queda,

Sino destruido,

El trabajo, lo conseguido,

Solo queda el hueso,

Y agarrado a eso, nada,

Maldita madre,

Que dejas,

Secos de sangre,

A tus hijos,

Sean quienes sean,

Sabes que les chuparás la vida,

Que su sangre se inmola,

En los yertos altares,

Con tus abyectos puercos,

Que tiran todo lo conseguido,

Con años de esfuerzo,

Como si no fuera nada,

Y los pobres miramos,

Como idiotas sin sesos,

Cometen tales excesos,

Y pienso que es hora,

De quemar al monstruo,

El que nos roba la vida,

El que nos quita la hacienda,

Destruyámoslo todo,

No dejemos nada,

Que la sierpe no pueda,

Renacer a la vida,

Que quede destruida,

Y que sus acólitos,

Los puercos, con sus camadas,

Perezcan en llamas,

Todos los cerdos colgados,

Todos los perros ahogados,

Ya no hay más monstruos,

De ellos no queda nada,

Mejor el vacío,

El quedar a la intemperie,

Donde nos coman los lobos,

Que quedarnos como ahora,

Pasmados,

Con cara de bobos.

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