
La noche, de nuevo la noche,
Con su cortejo de duendes,
De seres que salen de la mente,
Hijos de nuestros derroches,
De las frustraciones,
De la bilis que derramamos,
De todas nuestras obsesiones.
Ojos que miran sin ver,
Que cerrarse nunca pueden,
Quieren mirar,
Con los ojos de la mente,
Pero todo está vacío,
Solo deja escalofríos,
Ausencias, olvidos,
Desaires, malqueridos,
Amantes que se han ido,
Dioses ya perdidos,
Olvidados,
Como las caras que nacen
En las blancas paredes.
Muertos o vivos,
Sollozos y quejidos
De tu alma en pena,
La que se ha podrido,
La que ya no tienes,
Porque ya se ha ido.
Solo queda la idea,
Todo lo demás es sucio,
Triste, malvado,
Como la vida que te rodea,
Viscosidad de cuerpos muertos
Nacidos de entes podridos.
Maldad y recuerdos
De seres que has pervertido,
Matado, destruido,
No queda ya nada,
De ti,
Nada.
Solo el alma vacía
Al nacer la madrugada.