Hoy he Subido a la Montaña (Rima)

Hoy subí hasta la montaña,

Aquella que solíamos escalar.

A cada paso, la esperanza me engaña,

Creyendo que te podría hallar.

Pero solo la soledad obstinada,

Me seguía siempre, sin cesar.

Y al llegar a la cumbre elevada,

Vi al milano en el cielo volar.

¿Era tu alma acaso la que el viento rompía,

La que ansía el ulular,

De las montañas vacías,

Que nunca pudieron ver el mar?

Eres milano que en los cielos vuela,

Eres aire que se deja deslizar,

Bajo las alas que buscan empujar,

Ese viento a mi rostro, queriendo consolar.

Para que pare un momento, en calma,

De clamar la pena y de llorar.

Pero no puedo, milano errante,

No puedo, montaña distante,

No puedo detener este aire constante,

Que hacia aquí me quieres mandar.

Bajo la montaña, estoy llorando,

Mirando lo que no puedo mirar.

Y las piedras, a mi paso temblando,

Parecen quererme apartar.

Milano, dime, milano fiel,

¿Acaso ya me vas a abandonar?

Desde tu altura ves a mi amor,

Aunque solo su esencia puedas divisar.

No te vayas, milano querido,

Sin antes mi pregunta contestar.

Oigo tu grito en el viento herido,

Quizás sea tu modo de hablar.

Mil gracias, milano viajero,

Ya puedes tu vuelo continuar.

Rompe las nubes y cruza el sendero,

Hasta la cresta del mar.

Y dile al oído a mi amada,

Que lo que queda de vida es fugaz,

Que me espere, porque en breve,

También yo llegaré allá.

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