
He tenido entre mis brazos
La belleza de lo más querido
He sentido en mi cuerpo,
Las caricias inmerecidas
De mi amante,
De mi querida
He acariciado a mis hijos
Apenas nacidos,
He narrado mi vida
He contado, incluso
Hasta mis pasos perdidos
Y lo que me guardo,
Que callo,
Pero que también
Me ha marcado
Porque también
Lo he vivido.
Aún tengo la fuerza,
La de un toro herido
La del león
De melena encanecida
Aun no se acerquen las hienas
Cuidado buitres en bandada
Todavía el cansado cadáver
Os guarda,
El último aliento
Para no marchar solo
Por el vacío desierto.