¿Recuerdas Amor Mío?
Te vi entre la muchedumbre,
Quizás quinientos, quizás mil,
Como barco en mar febril,
Quilla y proa, en la costumbre,
Rompiendo olas de horizonte,
Y me acerqué a tu mirada,
Temeroso, sin ser nada,
De acercarme a la preciosidad
Admirando la beldad dada.
Rodeada de tu gente,
Que yo ni siquiera conocía,
Con mil oportunidades,
De lanzarme su energía.
Me acerqué sin miedo, osado,
No temía compañía,
Solo perder tu silueta,
Eso es lo que me dolía.
Te rondé toda la noche,
Y aunque no me respondías,
Una sonrisa pequeña,
De nuevo en mí renacía.
Volvía otra vez a tu vera,
Pese a miradas tan frías,
De aquellos que te seguían,
Con falso aire de valentía.
Gota de agua que horada,
Todo lo que en su caída,
Encuentra en la dura piedra,
La fuerza de su embestida.
Toda la noche pendiente,
De saber que no te ibas,
Y al ver que ya te marchabas,
Mi alma se debatía.
Desesperado, te pierdo,
No me das ni una salida,
Ni sonrisa, ni esperanza,
Que alivie la despedida.
Me encojo de hombros, vencido,
Creí que te habías ido,
Que entre el gentío, perdida,
Dejarías solo un suspiro.
Pero pasas a mi lado,
Cansada de la jornada,
Dejas caer a mi orilla,
Un paquete, sin palabra.
Lo cogí porque era tuyo,
Lo miré con aire errante,
Y allí, en un borde marcado,
Tu número, deslumbrante.
Sonreí porque el destino,
Aunque la noche acababa,
Sabía que en ese instante,
Lo nuestro solo empezaba.
¿Recuerdas, amor divino?