
Quiero un lugar al sol
Lejos del frio y la lluvia
Pero, ahora, perdido
Se que nunca vendrá
No cejé en el empeño
Como los que también lo hicieron
Pero mis fuerzas fallaron
De puro viejo
Toda una vida luchando
Con todo lo que se enfrenta
Y a la caída de la noche
Tu propia gente te afrenta
Luchaste con gallardía
Y tus funcionarios
Cobardes,
Jugaron con picardía
Maldito este país de bribones
De chupa sangres y lameculos
De puta, borregos y chulos
Donde lo que más se castiga
Es tener los suficientes cojones
Para enfrentarse a la vida
Sin de nadie la ayuda.
Ahora mi cuerpo cansado
Pide lo que es prometió
Pagando toda una vida
Y me dejan abandonado
Como una fiera en su guarida
Malditos, y pérfidos rufianes
Detrás de escritorios infames
Almas turbias y sesgadas
Que pretenden robar la mesnada
Malditos hijos de la pereza
De la desidia, de malas madres
De poca o ninguna nobleza
Cuando todos conocemos
Que la única gallardía
Es la de sus madres de piernas abiertas
En miseros prostíbulos
Ofreciendo por miseras monedas
Mas placer del esperado
Por cantidad tan nimia
O por padres bujarones
Que por las mismas monedas
En el culo se le cuela
Hasta los mismos cojones.
Esos rufianes me niegan
Esos que nunca han luchado
Que nunca han visto la selva
Ni por ella tan siquiera han paseado
Lo que pagué en otros tiempos
Confiando en que eran
Cuando menos humanos
Y ahora, buitres alados
Mercaderes de casquería
Hijos de incestos podridos
Cadáveres de peste agria
Muertos del más puto mal fario
Yo os maldigo funcionarios
A vosotros y vuestra ralea
Porque el, que os llame padre, o madre,
Merece que ladre,
Pues nace de perro o perra.