
Me crio el viento
El que sopla lento
Por las callejas viejas
De la ciudad, sus quejas.
De los rincones oscuros,
El que trae frescura
En la brisa dura,
Y despierta lo puro.
Crecí bajo el sol brillante
Que deslumbra en su instante,
Que te obliga a esconder
Lo que no quiere arder.
En la sombra hallé abrigo,
Al sol le hacía un castigo,
Buscando en la atardecida
La calma que da la vida.
El parque fue mi amigo,
Con árboles en su abrigo,
La brisa que acaricia
Mi mediterráneo inicia,
El río con su ribera,
Los álamos como estera,
La hierba verde al ocaso,
La paz que rompe el lazo.
Me educó la tarde oscura,
Donde el amor se aventura,
Con besos robados, callados,
En rincones olvidados.
El placer es fugitivo,
Todo se vuelve furtivo,
Donde el calor te consume
Y la piel apenas asume.
Moriré en la corriente,
Con el río que se siente,
Mis huesos ya cansados,
Por el agua destrozados.
Dejaré que me arrastre
Con su sonido suave,
Hasta llegar al mar
Que siempre supo esperar.