
Llega el frío,
con su mortaja de aire vacío,
y las calles, desiertas y heladas.
Llega el frío,
morada de pasos lentos y abrigo,
de almas tristes, atardeceres de olvido.
Llega el frío,
la noche se alarga día a día,
devora la luz, consume el día.
Llega el frío,
y los árboles se quedan desnudos,
cubren el suelo con colores mudos.
Llega el frío,
el cuerpo se arropa, busca abrigo,
se ocultan las manos, el alma y el sentido.
Llega el frío,
y el alma muere de a poco,
solo un susurro, solo su eco roto.
Llega el frío.