
Cuando te conocí,
Tú venías destrozada,
La vida y el amor
Te dieron la espalda.
Te encontré de pasada,
Nada fue como debía,
Tu desgracia era tuya,
Mi vida, egoístamente mía.
Te saludé en las mañanas,
Te acompañé en las recogidas,
Así, día tras día,
Semana tras semana.
Tú casi olvídate lo tuyo,
Yo no me quedé con nada.
Aún quedaban rescoldos
De la llama que te devoraba.
Yo te miraba sufrir,
Y a cada día que pasaba,
La llama hacía más rescoldo,
Y casi no te quemaba.
Fueron interminables días,
Años, incluso esperando.
Al final, sin preguntar,
Me quedé a tu lado.
No sé si me quisiste entonces,
O si ahora me quieres aún,
Tampoco es tan complicado
Que a otro hubiste amado.
Y hoy, transcurridos los años,
Ya no me lo pregunto más.
He pasado la vida contigo,
Ahora, nada me importa ya.
Incluso si fue mentira,
Pues cerré los ojos,
Y te cerré a ti la herida.
Cuando me quise dar cuenta,
Tú, solo tú eras mi vida.
Y ahora ya te despido,
Ya se acabó la travesía.
Ya no importa, me importa
Si me quieres, o me querías.
La vida ya ha transcurrido,
Con sus pesares y días,
Con sus locas vivencias,
Con sus pocas alegrías.
No sé si mereció la pena,
No sé si me he equivocado,
Lo hecho ya está acabado,
Por ello ya no lo pienso.
No quiero saberlo ahora
Que te marchas de mi lado.
Tampoco es tan importante
El que tú me hayas amado.
Lo único que me importó
Fue mi vida contigo.
Ahora ya ha terminado,
Qué más da si me voy
Sabiéndome olvidado.