
Alondras vi el otro día
Cuando la tarde caía,
Con los buches bien llenos
De agua pura y fría.
Volaban llenando el cielo,
Al nido iban sin recelo,
Y me quedé en la plaza
Esperando el fresco anhelo.
La fuente cantaba humedad,
Pero el calor, en su verdad,
Acallaba el dulce murmullo
De esa noche en su soledad.
La oscuridad se acercaba,
La tranquilidad nos abrazaba,
Tras una jornada dura
El frescor se presentaba.
Al sol de esta Andalucía,
Que en verano desafía,
Parece que al que se queda
Con su calor lo enfría.
Y la gente siempre me pide,
Cuando digo de dónde vine,
Cómo soporto esta calentura
Que en la piel no tiene hartura.
No sé qué decir al extraño,
Solo me siento vano,
Que la vida pasa deprisa,
Como si fuesen solo un daño.
La juventud se va perdiendo,
Y en la vejez me estoy viendo,
Preguntando si cambiaría
Esta tierra que me está envolviendo.
A esta calurosa tierra,
Corazón de Andalucía,
No la cambiaría jamás,
Es mi hogar, mi melodía.