
Bajo el sol del estío,
Junto al mar azulado
Las gaviotas juegan
Bajo tu mirada
Barandilla afortunada
Mientras miras el atardecer
De un mar azul, verde
Y bajo tu sombrero
Blanco como las aves
Se esconde la coleta
De tu negro pelo,
Que recoge tu cabello,
Y cae sobre tu espalda,
Sobre el vestido blanco
Que mece el viento sureño
Y el mar te susurra
La canción que le he cantado
Y las gaviotas gritan tu nombre
Tu cabello escapa, huidizo por mi mirada
Y al final, como estrella en la alborada
Te giras,
Y me muestras, tu increíble sonrisa
Tu soberbia cara.