Seguimos en el mismo modo, en el que mal que quieras, nada es positivo, en todo caso, quizás, pudiera suceder, que fuera menos negativo, así están las cosas, el fin de semana, cuando llega al principio de la oración, al fin, trae consigo muchas presiones, muchas vicisitudes, muchas cosas por resolver.
Es ley humana que los problemas nos superen o por lo menos lo intenten, que durante todo el día aparezcan monstruos, pequeños o grandes, que se posen en las espaldas, haciendo que el simple hecho de caminar sea algo casi de libro de hazañas.
Y ahora, domingo por la noche, cuando todo termina, es decir el fin de semana, miro de nuevo por la manida ventana, que si se gastara con el uso, se colaría el frio, y miro, como siempre, como casi todos los días, y enciendo un cigarro, sé que mata, ya lo he dicho, pero demasiado lento, y además caro, que más que asesino es sicario, pero volvamos a lo que pensaba, que la ventana es transparente, que miro a través de ella, y veo a las personas, ¿o no son personas?, fijo la mirada, si, si lo son, sin duda, caminan hacia el hormiguero, para protegerse de la fría noche, esperando que cuando se acuesten, el sueño los lleve en sus blandas manos, que olviden que el lunes, saltará sobre ellos como si fuera la fiera que es, y lo hará, ellos lo saben, yo lo sé, pero, ¿qué hacer?, no se puede hacer nada, los días de tranquilidad han acabado, vuelve el trajín diario, el compórtanos como lo que somos, animales, con el instinto de degollarnos unos a otros, el que piense lo contrario, es solo una de dos posibilidades, o es rico, o es imbécil, el resto, sabemos que el que no mata, muere, con la facilidad de que tu asesino ni piense en que has desaparecido, y no es físicamente, eso te dejaría más tranquilo, no, te ha eliminado de la ecuación de la vida, sufrirás para alimentar a tus hijos, te dolerá cuando descubras que el amor sin dinero no es amor, o por lo menos no se comporta como tal, que el cariño, en una balsa de aceite, es algo tranquilo, pero no es cariño, que el que tienes al lado, te sacará las tripas por un quítame allá esas pajas, por nada, simplemente por echar unas risas.
Risas…, la gracia que no tenemos, un mundo cada vez más diabólico, ha salvaje, más asesino, más cruel, mil adjetivos más y me quedo corto, seguro, somos los reyes de la creación, eso lo serán algunos, los que sean más psicópatas, los más desnudos de alma, desnutridos de corazón, el resto, solo somos presas… si, no te equivocas, el mundo es algo terrible, y la vida el barco con las costillas rotas con el que hemos de navegar, si… es algo miserable.
Ya estoy mejor, mañana me sacarán las tripas, harán cuerdas con ellas, pero hoy, aun, durante poco tiempo apenas unas horas, estoy en el refugio, donde me escondo, donde nadie me encuentra, nadie me ve, ¿el único motivo de miedo?, es que oigo como alguien cuenta, uno, dos, tres…hasta que llegue al número en el que el refugio desaparezca, y solo quedes tú, frente a los monstruos que son reales, no producto de tu mente.