Quemado

Hoy he sentido pena, he tratado de imaginar otro final, pero me es difícil, que más quisiera, pero no, es el que aparece como si fuera indispensable.

Pobre país, en reino de taifas permanente, ladrones de todo gobernando, sin cabeza, sin pies, sin alma, agonizando, siempre por terminar, ya casi está terminando, y ahora siento miedo, lo siento cercano.

No he conocido sino lo que he vivido, quizás mil años, ahora para mi desconocido, negros comprando voluntades, hijos no queridos, gobiernan manadas de parias, y la gente mira y no ven nada.

Pueblo olvidado, dividido, malnacidos, gobiernan los abortos que de la madre salen, y luchan como enanos en barro, puercos, minúsculos decrecidos, rameras de babilonia y mucho más cercanas, aquelarres de esperpentos, ladrones de pobre, lo más bajo.

Tristeza por el que muere de hambre después de haber dejado su alma en el tajo, olvidados en hospitales que pueblan seres mitómanos, dioses de puerca materia, refocilándose en sus propios excrementos, viendo como mueren, los que creyeron, los que se equivocaron.

Y todo lleno de ladrones, a cuanto más débiles, más duro el castigo, robar, robar, héroes de creencias equivocadas, que son solo puercos que vende sonrisas, mientras desnudan a los más olvidados, saludos Che que se lo llevan todo, es la unión de los ladrones, envueltos en rojo, con las casas llenas, con los cementerios abiertos, con la bondad estrecha de los demonios muertos.

Carteles de miseria, panfletos de puerca mentira, papeletas que leerlas duele, mastica robot la mierda, cambia una por otra, que nada cambia, el poderoso mata, el desgraciado muere, el camino hacia arriba, para el de abajo no existe, solo más miseria, la vida triste, y llora, de nada sirve, porque lo que hemos dejado, es nuestra vida, para que al final del esfuerzo, siga quedando lo mismo.

Ya final de cuentas, cuando alguien con la mirada triste, empuña la pistola, para con el puerco de arriba medirse, solo le digo “hermano, pocos tiros le diste”, y a pesar de todo ello, cuando un joven me mira, no puedo mantener la cara alta, hemos dejado todo, pero incluso que cuando cambiarlo pudimos.