
Necesitamos eliminar a los elementos de nuestra sociedad que suponen una rémora para que nuestra comunidad pueda alcanzar cotas superiores, de prosperidad y de desarrollo.
Eliminemos aquellos que simplemente por el hecho de estar no hacen nada, ocupan cargos de responsabilidad sin hacer uso de ella.
Eliminemos a los ladrones de aquello que roban a los más pobres, para juntando poco de muchos gastarlo en dispendios y estupideces, o para darlos a sus amos, los cuales como antiguos aztecas sacrifican a sus propios ciudadanos.
Eliminemos a aquellos que nos quitan gran parte de lo que ganamos con esfuerzo, simplemente para malgastarlo, mientras nos mantienen asustados y atados por normas que, como antiguos sacerdotes, solo conocen e interpretan ellos, según el designio de sus demoniacos amos.
Sacrifiquemos en el fuego aquellos que en la bondad de la demagogia nos roban, nos ofenden y nos mutilan tanto física como mentalmente.
Destruyamos de raíz todo aquello que nos recuerde a los que se arrogan el derecho, sin tenerlo, de ser nuestros amos.
Colguemos de altos árboles, a los señores sin esfuerzo, a los superiores sin serlo, a los hijos de los sátrapas, a los sátrapas mismos.
Creemos riqueza, y repartámosla equitativamente, una vez que las sanguijuelas especuladoras y corruptas hayan quedado reducidas a cenizas.
No toleremos la molicie, la maldad, y la falta de empatía, eliminemos a aquellos que adoran al Dios del egoísmo.
Excelente ensayo de alguien que bebe de las fuentes de… ya saben quien