La Navidad O Algo Así…

La navidad se acerca, con alharaca, con los millones de leds que engalanan la ciudad, con la ilusión de los pequeños, de los demás…

              Y eso, ya mismo es Navidad, un hurra muy alto. No me lo creo, ¿Dónde está el espíritu navideño?, supongo que estarán fabricándolo en alguno de los grandes almacenes que viven de esto.

              Compra, compra, compra, eso es la Navidad, ahíto de comida, reventando, la excusa perfecta, todos somos buenos, más que ello, magníficos, maravillas, increíbles, aunque el resto del año seamos simplemente cloacas de buitre, eso el mejor, el peor… lo dejo a la imaginación de cada uno.

              Y la pandemia, obligados a convivir en demasía, aglomerados en espacios que cada vez se tornan más pequeños, cada vez más reducidos, cada vez con menos oxígeno, y salimos, y nos van a obligar a estar dentro otra vez. Puta vida, puto gobierno, puta enfermedad, puto…

              Y ya los mayores contamos las sillas vacías, y se nos llena el corazón de negro zaino, y los maduros, piensan en el costo, en la prevalencia de los regalos, en la cena que nadie quiere y que todos aseguran desear y se pierden en los mezquinos pensamientos de cómo pagar, de cómo seguir en esta mierda de vida, en sobrevivir al contacto con los hermanos, con los cuñados, con los que cuentan las sillas vacías…

              Lo único que merece la pena, son los pequeños, ignoran, nada saben, creen en lo que nosotros olvidamos, y son felices, nada temen, nada es imposible, todos son buenos, salvo el que te para en la calle y te ofrece caramelos, pero el resto es magnífico, y los que cuentan las sillas vacías, los que piensan en el martirio de soportar a personas con las que no quieren tener contacto, en cómo pagar todo, los miran, y lo demás se olvida, aunque solo sea unos instantes, solo una pequeña brisa de calor en el gélido invierno eterno de los seres humanos.