Fanatismo

Todo aquel que me conoce, sabe que soy un enamorado del periodo andalusí, una época de esplendor y de poder, como nunca más ha vuelto a tener, estas, nuestras tierras.

              Pues bien, movido por el interés de conocer y compartir, me hice miembro de algún que otro grupo que tenía como motivo, el que he comentado, el período andalusí.

              ¿Qué esperaba encontrar?, francamente, con la inocencia del que solo piensa en la historia, o en el legado que nos deja, contaba con la idea, esperaba que similar de otras personas, que viven en tierras que fueron andalusíes, de compartir un acervo común.

              Lejos de eso, mi sorpresa es mayúscula, cuando comienzo a comprobar, que mucho del texto es en árabe, ya me empieza la cosa a no ser lo que buscaba, pero, continuo en el mismo, esperando ver más antes de poder opinar.

              Casi todos, o gran parte, son nombres árabes, eso no es importante, pero si, lo que se saca de sus posts, ensalzar el Islam, o reivindicar esta tierra, la nuestra, como Islámica, y por supuesto invadida por nosotros, sus actuales habitantes, que tiene que ser devuelta a aquellos que no la han poblado en ninguna época, pues se equivocan, esta, nuestra tierra, en todo caso, fue, Hispano Árabe, y durante un tiempo.

              En ese grupo, en sus posts, vi reflejado el miedo de los andalusíes, a las invasiones africanas, las de los rigoristas Almohades y Almorávides, los cuales, como todo en este lugar, terminaron por hacerse andalusíes, y con el tiempo olvidar la espada, y usar la cabeza.

              Por esta y otras razones, me planteo muchas veces el ensalzar, lo que fue una bella época de nuestra historia, con sus blancos y sus negros, pero, a fin de cuentas, necesaria para saber quiénes somos. Lo único que he deducido, es que, desde luego, lo que no soy, es un fanático.

              Soy cristiano viejo, y de pasar por la vida, he descubierto que la radicalidad solo lleva al enfrentamiento, para evitarlo, y de regalo, me dieron iglesias y Mezquitas, castillos y alcázares, Medinas y ciudades…

              Y lo único que he sacado en claro de todo esto, es que estamos rodeados de fanáticos con el cerebro lavado, pero también, que no les tengo miedo, que nadie ose venir a mi casa, diciendo que es suya.