Hoy He Paseado Contigo A La Luz De La Luna

Hoy he paseado contigo a la luz de la luna, mientras descalza arrastrabas la larga falda sobre la arena.

              La luna, el testigo en la noche omnipresente, volvía a acariciar tus hombros, tu cara morena, y eso… tu sonrisa, la sonrisa eterna de mi recuerdo, y caminábamos felices.

              Señalabas las moragas, y el roneo de las parejas, y te acercabas a mi cuerpo y me roneabas con tus ojos claros, y despertabas mi deseo.

              La brisa que refrescaba, y mi camisa, desnudo de pecho, que te colocaba, era el calor de mi cuerpo el que me calentaba, y tu sonrisa.

              Rielaba la luna sobre las metálicas olas, y el sonido, te juro, que me llamaba, eran, son recuerdos, pero mis lágrimas brotan viéndote en la playa, bella, caminando de mi mano, y mirándonos y sonriendo, la playa.

              Siento como se hunde a mi peso la arena, te lo juro, me pierdo en tus ojos, y la luna me llama a ti, y tu sonrisa, me quema el alma.

              Y el sonido, la risa de los muchachos, tu voz clara, las olas, el lejano ulular de un barco lejano, me llenan el alma de aquellos momentos, y mi alma añora aquellos tiempos, te veo, te he mirado, y ahí estás, sigues ahí, como si todo estuviera en su sitio, ¿no me has olvidado?

              En mi mente, quizás solo, nos hemos sentado, en mi hombro tu cabeza has apoyado, apretabas mi mano, me tocabas el pecho, y me decías al oído “te quiero”, y lo perfecto reinaba, no faltaba nada, plenitud del alma, amor de mis amores, como añoro esos momentos.