La Muerte de la Democracia. El Afán Suicida

Continuamos con la democracia, en el sentido de resaltar algunos de los fallos que la hacen cuando menos, poco fiable, y cuando más, algo que se diluye en el tiempo hasta perder su propia esencia, como es el caso ahora.
Pero afinando en el tema que ocupa parte del título, nos referimos a la fragilidad que tiene el sistema para autodestruirse, como ha sucedido en múltiples ocasiones, y ahora mismo, estamos entrando en esa vorágine que nos llevará a algo muy distinto de lo que ahora padecemos, haciéndonos, no en un tiempo muy lejano, añorar esta pútrida democracia.
Me refiero a la posibilidad, en nuestro caso pendiente solo de que transcurra el tiempo, de que un grupo totalitario se haga con la mayoría absoluta de la cámara, hablo en concreto, y por ahora, de Podemos con su segundo al mando, el PSOE, los cuales subrepticiamente, irán cambiando las normas que regulan la sociedad, de tal forma que poco a poco, casi sin darnos cuenta, la democracia derivará a algo que permita que el acceso de esta ideología, en concreto de izquierdas, medre de tal forma que todos los estamentos de la sociedad, sobre todo los que tienen poder, pasen a depender totalmente de ellos.
El acto siguiente, como en buen drama venezolano, es cambiar la constitución, pero no de una manera contundente, sino de una forma ladina, que permita que cada vez se obtenga más poder para aquellos que representan sus ideales, a la vez que, a cada momento, más grupos de poder nacen en las calles para apoyar y reprender a los contrarios, sin que las fuerzas institucionales tengan que intervenir.
Los escuadrones de la muerte, se encargarán, tengan el nombre que tengan, en acallar a los disidentes, empezando por los moderados, los más peligrosos, pues es difícil calificarlos de enemigos del estado; los radicales, que luchan por la libertad, son más fáciles de colocar en la picota, pues utilizarán cualquier medio para recobrar la libertad.
Un buen pago a las fuerzas armadas, al funcionariado, a la policía, en un país que cada vez es más pobre, completan el círculo de soga que ahogará al país, hasta dejarlo exánime a sus pies, en ese momento el objetivo conseguido, cualquier parecido con la democracia será simplemente una casualidad, la democracia ha muerto, el partido único, reinará en todo el país, y cualquiera que disienta, será encarcelado o pasado por las armas entre el fervor de los adoradores del nuevo régimen. Amén.