Esto es Córdoba

Esto es Córdoba en un mes de Mayo florido, en el cual, después de que mi cabeza pueda extraer cuanta sapiencia pudiera tener en su interior, me atrevo a hacer las siguientes recomendaciones a aquellos ciudadanos y compatriotas para mejor conocimiento del lugar, personas y actitudes, de tal forma que nunca vayan a incurrir en algunos de los supuestos en los que hago advertencia, siendo esta, la forma que tengo de demostrar mi amor hacia esta sociedad, como funciona y el comportamiento ejemplar de aquellos individuos que nos han llevado al estado de perfección absoluta en la que ahora nuestras almas y cuerpos se deleitan.
Sírvanse vuesas mercedes de abstenerse de cualquiera de los supuestos y soflamas de los que hago advertencia a jóvenes y mayores, pues son obra del diablo, y de aquellos que solo buscan la perdición de nuestras almas, y la corrupción de nuestros cuerpos, a fin de cuentas, la eliminación del estado de bienestar en el que ahora mismo nos encontramos, y que es la envidia de cualquier país civilizado.
Nunca se les ocurra plantearse, pues se trataría de nefanda mentira y de calumnia digna del peor de los castigos, lo que advierto de seguido.
Nunca piensen que la iglesia vive de lo que los demás, que adoramos el tiempo que estamos trabajando, les damos, y que obtienen bien con lisonjas, bien con trapacerías o con prevaricaciones o cohechos.
Nunca se les ocurra plantearse, pues se trataría de nefanda mentira y de calumnia digna del peor de los castigos, lo que advierto de seguido.
Nunca piensen, incluso los no creyentes, que Dios no existe, que no es necesario que sobreviva esa pléyade de rácanos, acostumbrados a la reverencia, al contubernio y a las prebendas del poder.
Nunca se les ocurra plantearse, pues se trataría de nefanda mentira y de calumnia digna del peor de los castigos, lo que advierto de seguido.
Que no es necesario el patrimonio que poseen y que crece de continuo, a pesar de que la pobreza, los rodea, sin que muevan un solo cabello para socorrerla, pues es bien sabido que si mal estás, es porque Dios quiere, que algo malo habrás hecho.
Nunca se les ocurra plantearse, pues se trataría de nefanda mentira y de calumnia digna del peor de los castigos, lo que advierto de seguido.
Que, por su culpa, el país no progresa, que sirven de bastión de la ignorancia, que viven de aquellos a los que la incultura o la fijación juvenil, habiéndoles proveído de tal cortedad de miras que siguen designios que no entienden en su mayoría, no me atrevería a decir que todos, pues no conozco a todos los que la componen.
Nunca se les ocurra plantearse, pues se trataría de nefanda mentira y de calumnia digna del peor de los castigos, lo que advierto de seguido.
Que podrían merecer el expolio de todo lo que tienen, y el reparto de todo entre los necesitados, de tal forma que lo que predicó en un principio su creador, fuera obedecido.
Nunca se les ocurra plantearse, pues se trataría de nefanda mentira y de calumnia digna del peor de los castigos, lo que advierto de seguido.
Que deberían de ser excluidos de facto de cualquier centro de poder, que su opinión no valiera, sino que tuviera el mismo peso que la de cualquier ciudadano, quizás menos, pues nada aportan a la sociedad.
Nunca se les ocurra plantearse, pues se trataría de nefanda mentira y de calumnia digna del peor de los castigos, lo que advierto de seguido.
Que nunca pensemos que un señor en un país a miles de kilómetros de nosotros sabe lo que más nos conviene, y que sus designios, si son desobedecidos, nos castigarán con el infierno más cruel y pavoroso.
Nunca se les ocurra plantearse, pues se trataría de nefanda mentira y de calumnia digna del peor de los castigos, lo que advierto de seguido.
Que no deben de educar a ningún infante y transmitirle a embudo lo que creen, pues de otra forma su cabeza se llenaría de ideas peligrosas y contaminantes.
Nunca se les ocurra plantearse, pues se trataría de nefanda mentira y de calumnia digna del peor de los castigos, lo que advierto de seguido.
Poner en su impuesto de la renta una cruz en otro lugar que no sea en el que lleva el dinerito a sus bolsillos directamente, en otro caso, vivirían malamente, cuando eso no puede ser, para eso estamos los demás, almas pecadoras.
Nunca se les ocurra plantearse, pues se trataría de nefanda mentira y de calumnia digna del peor de los castigos, lo que advierto de seguido.
Que son castigados aquellos sacerdotes que gritan la verdad, que se pringan en las obras sociales, que son obviados y ninguneados, son simplemente almas descarriadas que no comprenden que el sacerdote, debe de estar junto a sus feligreses, pero no mezclarse con ellos.
Nunca se les ocurra plantearse, pues se trataría de nefanda mentira y de calumnia digna del peor de los castigos, lo que advierto de seguido.
Que Dios no existe, que, si permite las atrocidades, las matanzas, el odio, las desigualdades, las tragedias sin sentido, el hambre, la desesperación, sus razones tiene, que nosotros, pobres mortales no entendemos, y que nos explicarán, cuando lleguemos al cielo que nos han prometido.
Nunca se les ocurra plantearse, pues se trataría de nefanda mentira y de calumnia digna del peor de los castigos, lo que advierto de seguido.
Que la pederastia es algo común entre los sacerdotes, es una demostración simplemente del cariño exacerbado que sienten hacia ellos, esto hace que nuestras almas pecaminosas piensen en posibilidades, que solo a mentes podridas como a las nuestras se nos podrían ocurrir.
Nunca se les ocurra plantearse, pues se trataría de nefanda mentira y de calumnia digna del peor de los castigos, lo que advierto de seguido.
Que creemos que Dios existe, porque si no, no tendría sentido esta vida de mierda en la que vivimos, rodeados de tragedia, dolores, hambre, sumisión y hecatombes, no se les ocurra pensar que mejor solo que acompañado de un Dios que permite todo esto.
Nunca se les ocurra plantearse, pues se trataría de nefanda mentira y de calumnia digna del peor de los castigos, lo que advierto de seguido.
Que hemos creado a Dios, no porque exista, sino porque necesitamos creer que todo no acaba aquí, que trascenderemos, no escuchemos a los que postulan, que lo que vivimos es lo que nos llevamos, triste forma de pensar, que Dios, lo perdone.
Nunca se les ocurra plantearse, pues se trataría de nefanda mentira y de calumnia digna del peor de los castigos, lo que advierto de seguido.
Nunca escuchemos a los que se ríen de los milagros, el que no se haya podido demostrar ni tan siquiera uno, no es sino una más de las señales de que la fe es necesaria, cada día más.
Nunca se les ocurra plantearse, pues se trataría de nefanda mentira y de calumnia digna del peor de los castigos, lo que advierto de seguido.
Que los que van a misa, es para que los vean, solo intentan demostrar, enfatizar su fe, no los llamemos “meapilas”, muy al contrario, llamémoslos “verdaderos creyentes”
Nunca se les ocurra plantearse, pues se trataría de nefanda mentira y de calumnia digna del peor de los castigos, lo que advierto de seguido.
Que la iglesia esa ligada a la oligarquía, al capital y a los terratenientes y demás gente de poder, sino simplemente que los tiene más vigilados que a nosotros, démosles gracias.